Participación del Arq. Antonio García Rodríguez en el Congreso Nacional “Necesidad de la Filosofía en el Bachillerato del Siglo XXI”

Publicado el 21 Mayo 2025
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Compañeros Directores de los diferentes subsistemas de Educación Media Superior, los saludo con aprecio.

Agradezco la invitación a participar en este espacio de reflexión y diálogo con filósofas y filósofos de la educación que, desde diferentes trincheras, han mantenido encendida la llama del pensamiento crítico, en diversos contextos, desde los más favorecidos hasta situaciones de vulnerabilidad. Este evento y espacio, más que una cita académica, es una convocatoria ética y política para repensar el lugar de la Filosofía en la educación de nuestro país, y muy particularmente en la educación media superior.

Hablar de Filosofía en este nivel no es una tarea menor. En un sistema educativo históricamente segmentado, profundamente desigual y muchas veces tecnocrático, la Filosofía ha sido vista, en el mejor de los casos, como un complemento, y en el peor, como un estorbo. Sin embargo, en el IEMS, hemos asumido una postura clara: la Filosofía no es prescindible, es esencial. Es una condición para que nuestras juventudes puedan ejercer su derecho a la palabra, a la conciencia, y a la transformación de su realidad.

Permítanme recordar que el IEMS no nace de una política pública convencional, sino de una lucha social encarnada por los habitantes de San Miguel Teotongo en Iztapalapa, que en los años noventa, al grito de “Prepa sí, cárcel no”, exigieron la presencia del Estado a través de la educación. Esa consigna fue —y sigue siendo— un acto de Filosofía en acción. Porque hacer Filosofía también es organizarse, es decir “no” a la exclusión, y reclamar el derecho a imaginar otros mundos posibles.

Desde entonces, el IEMS ha crecido con una misión clara: acercar la educación media superior a jóvenes que durante generaciones han sido marginados por razones económicas, geográficas y culturales. Pero no cualquier educación: una educación con sentido, con profundidad, con capacidad crítica. Por ello, hemos apostado por un modelo que coloca a la Filosofía como uno de sus ejes centrales, no como ornamento, sino como fundamento.

Estos hechos, más allá de ser un breviario sobre los orígenes del Instituto de Educación Media Superior de la CDMX (IEMS), es un dato de conciencia histórica, un ejemplo de cómo se hace Filosofía Práctica, más allá de los libros, un aprendizaje de la Filosofía Social, que analiza la sociedad humana y sus fenómenos característicos, es decir, la Filosofía vive en todo pensamiento humano, que busca una sociedad más justa que incluya a todas y todos.

En nuestro mapa curricular concibe a la filosóficas como una materia que se imparte de manera transversal durante los 3 años formativos, es considerada como una herramienta para dialogar con las experiencias vitales del estudiantado:

- Las y los jóvenes se introducen en el pensamiento filosófico desde sus propias inquietudes existenciales. ¿Quién soy? ¿Por qué el mundo es como es? ¿Qué puedo conocer?

- Se trabaja el pensamiento lógico, con herramientas argumentativas que permiten estructurar ideas, desmontar falacias y dialogar con rigor.

- Centrada en la Ética, plantea los dilemas de la libertad, la justicia y la responsabilidad, anclados en los contextos reales de nuestras comunidades.

- La Estética abre el horizonte sensible, creativo y expresivo, como forma legítima de conocimiento del mundo.

- Y finalmente, una propuesta inédita en el bachillerato mexicano: la Filosofía Política, que invita a las y los jóvenes a pensar críticamente la democracia, el poder, los derechos, el Estado, y su propio papel como actores sociales.

Estos elementos no son fortuitos. Está diseñada para acompañar la maduración intelectual, emocional y ciudadana del estudiantado. A lo largo de su paso por el IEMS, las y los jóvenes no solo aprenden y constuyen conceptos, sino que se promueve problematizar la realidad, para tomar postura, construir argumentos, escuchar al otro y defender sus convicciones.

Esto es crucial en una ciudad como la nuestra, donde miles de jóvenes enfrentan diariamente condiciones de violencia, exclusión y precariedad. En ese contexto, la Filosofía no es una asignatura más, es un espacio de contención, de afirmación y de posibilidad. Es la herramienta que les permite hacerse preguntas incómodas, cuestionar las narrativas dominantes y descubrir que su palabra también tiene valor.

Muchas veces, nos preguntan cuál es el impacto concreto de enseñar Filosofía en un sistema como el nuestro. La respuesta es simple: cada vez que una o un estudiante decide no abandonar la escuela porque encontró un sentido a su existencia; cada vez que un grupo se organiza para debatir sobre el racismo, la desigualdad o temas particulares e su interés común; cada vez que alguien descubre que tiene derecho a pensar diferente… allí está el efecto.

En el IEMS estamos convencidos de que educar no es solo transmitir contenidos, sino formar personas, ciudadanos críticos y autónomos. Por eso, defender la enseñanza de la Filosofía no es una batalla académica, es una lucha por la democracia, por la equidad y por la dignidad.

A quienes quieren reducir la educación a competencias técnicas, a quienes imaginan escuelas sin preguntas ni debate, les decimos con firmeza: la Filosofía es el corazón de la educación pública humanista. Y en ese corazón habita la posibilidad de un país más justo.

Hoy, desde este podium, reafirmo el compromiso del IEMS con la enseñanza filosófica como camino hacia la emancipación intelectual y social de nuestras juventudes. Porque, como nos enseñaron los grandes pensadores, quien no piensa, obedece; quien piensa, transforma.

A las y los filósofos de la educación aquí presentes, gracias por seguir sembrando preguntas. Gracias por defender la palabra, el pensamiento y el derecho a imaginar un mundo distinto. Sigamos haciendo de la Filosofía no solo una disciplina, sino una práctica cotidiana, una forma de vida y un acto profundo de esperanza.

El IEMS, tiene un compromiso histórico y, sobre todo, filosófico con la Ciudad de México, ha arrancado a los jóvenes de las calles, les ha dado un lugar para tener oportunidades de vida y el mejoramiento de su entorno lejos de la delincuencia. Defender la Filosofía, es defender al pensamiento crítico, científico y humanístico, es decir, a la voluntad general, al bien común, al ser, al ente, a la nous, al cogito ergo sum, a la conciencia de clase, porque primero son los jóvenes, quienes son los constructores de la Patria.